Ayer, aprovechamos que el
día estaba tan soleado y fuimos con mis primas a pasar un día (mejor dicho una tarde) en exteriores.
Y así, rumbeamos las tres hacia parque centenario, a ver la feria, y tomar unos mates en el pasto (y de paso estudiar algún que otro soltero)
En el colectivo, nos encontramos con una turba de jóvenes, borrachos "de madera", (por analogía y
y comparación metafórica... no sé si se entiende?) que se dirigían hacia un evento deportivo.
Presumiblemente un partido de fútbol, presumiblemente en la zona de
Núñez (supongo que la metáfora cerró del todo ahí) Y para cortar tantas presunciones, haciendo (mucho, mucho) ruido, hediendo a alcoholes
berretas y cantando, siempre a grito pelado y en la insoportable
companía de saltos desaforados y golpes en techo, asientos, ventanas y otros energúmenos, y finalmente, enunciando varias apologías del delito (primero leves -
legalizenlá,
vamo' a fuma'-, para continuar con otras más graves, -tomar cocaína, matar a los hinchas de
xxx- por las que me hubiera gustado que se les diera la pena máxima contemplada legalmente, además de esterilizarlos como medida preventiva)
Una vez superada la dura prueba del transporte público un día de calor y partido de fútbol, finalmente llegamos al verde y ansiado paraíso.
nos dimos a la tarea de recorrer la feria, rastrear y detectar objetos
BBB (Buenos, Bonitos, Baratos), utilizando técnicas milenarias de esquivado de codazo, guardia
feroz de billetera (y otros objetos de valor), y estirar el
cuellito para respirar, ya que estaba bastante lleno.
Una vez conseguido el objetivo de un par de sandalias
hippyes para la mayor, nos dedicamos con ahínco a buscar un espacio: verde, con sombra, sin caca de perros u otros animales (
incluídos en la última categoría los humanos), lejos de
cualquier juego que involucre cachorros de la especie antes mencionado con balones o corrida, o hinchas de clubes de fútbol.
Ah, y con
vista a los
patitos del lago, que son
re monos!
Conseguido el éxito de la misión, preparamos el mate, y comenzamos al "peinar el territorio", resaltando aquellos individuos
jóvenes,, relativamente aceptables estéticamente, y de apariencia solteros... y sin niños.
Detectamos uno tirado en el pasto, descalzo y leyendo. Comienzan las maniobras tácticas de seducción (que no puedo revelar), y que se prolongan, alternando primas, hasta la llegada de
especímen masculino número dos. Si, por supuesto era
gay... los dos de hecho. Uno de esos que te hacen desear ser hombre, para tener aunque sea una
chance.
Tomamos mate, hablamos de la vida, de las
chocheras de nuestros señores padres, y de las reuniones a las que viene asistiendo mi prima mayor, que son como para media docena de otros post.
Cuando el astro rey comenzó su retirada del horizonte, decidimos hacer lo mismo, previo paseo por el sector de libros. Camino allí, nos cruzamos con una jaula, llena de impúberes
peludos y juguetones, buscando alguien a quien amar. Si, cachorros.
Adoptamos a Luna.
Es raza perro puro, tiene alrededor de dos meses y por ahora es chiquita. Es bastante miedosa y sumamente
franelera, y ayer la pasó bomba a
upa durante varias horas, y en la mochila un rato, para viajar en tren.
Fotos, pronto.
Ladridos!