Digo, pedirle a una hija única como yo, que elija entre lo que si quiere y lo que en realidad quiere, no es mucha opción que digamos, no?
Por cierto... tengo un chiche nuevo, pero por lo que veo no llega ni al año nuevo judío (que es mañana o pasado)
No entiendo a los hombres.
PD: M te prohibo que repitas lo que me dijiste en el MSN.
28 septiembre 2008
22 septiembre 2008
Broken me, broken him... there's nothing hole?
En una búsqueda de rutina, allá por junio del 2005, se me apareció su cara de "yo no fui" entre miles de otras caras indiferentes.
Vaya uno a saber que bicho me pico ese día (posiblemente mi psi de aquel entonces) que inmediatamente, ahorrándome el tiempo para pensar le mande un mail que decía algo así: "Hola, por el momento me gusta solamente tu cara, así que creo que esto puede tener potencial. Escribime" A las pocas horas me llegó el aviso de que me había agregado al MSN, y así empezamos a hablar. El me contó cosas suyas, de su vida universitaria y su familia, yo le pregunté si tenía los pies fríos, si le gustaba caminar abajo de la lluvia y si su pecho era peludo como un osito.
Y así, en una maraña de incoherencias deliciosas, llegó noviembre y con su segundo día, nuestra primera cita.
Lo que más recuerdo de ese día, es que a la mañana tenía terapia, y mi psicóloga me dijo que estaba muy coqueta, justo antes de anunciarme que no andaba el ascensor, así que fuimos ambas cuesta arriba, los siete pisos, ella con mi historia clínica, y yo con mis botas nuevas de tacos altos.
El encuentro fue apenas tibio, para ser honestos fue como una formalidad, su cara me gustó menos que en el perfil de internet y sospecho que a él le pasó lo mismo o peor.
Y así pasó el tiempo, seguimos hablando pero poco.
Más o menos un año después, cuando el profe me rompió el corazón, lo contacté y nos volvimos a ver.
Fue tan natural como ver al vecino de enfrente de toda la vida (ok, mal ejemplo tratándose de mí) Hablamos muchísimo esa noche, de cosas que jamás hubiera hablado con el... si hubiera sabido que eso era una cita, lo cual adiviné cuando me planto un beso medio espantoso abajo de una enredadera en flor. Así estuvimos un par de semanas, hasta que me rompió el corazón el también (¡Qué racha!)
Y nuevamente, no nos vimos por casi dos años, hasta hace poco. Lo bueno de tener el corazón roto, es que uno sabe que si bien parece que no se puede seguir rompiendo, lo mismo andamos con el pegamento siempre a mano. Pero esta vez no. Esta vez, de alguna forma lo roto era él, y por supuesto lo quise arreglar.
Ahora me doy cuenta que siempre ví a los hombres como rompecabezas (en todo sentido) de 3000 piezas a los que se les perdió la tapa, y por tanto, la guia de armado. Tengo la ligera impresión, de que si les preguntaran, dirían algo bastante parecido sobre mi.
Hace un rato pensaba, que si volviera al pasado, conociendo toda la historia... no cambiaría ni un solo caracter.
"Ya no me gusta tanto tu cara, pero sigo creyendo que tenemos potencial" (Y te vuelvo a admitir en el MSN)
Vaya uno a saber que bicho me pico ese día (posiblemente mi psi de aquel entonces) que inmediatamente, ahorrándome el tiempo para pensar le mande un mail que decía algo así: "Hola, por el momento me gusta solamente tu cara, así que creo que esto puede tener potencial. Escribime" A las pocas horas me llegó el aviso de que me había agregado al MSN, y así empezamos a hablar. El me contó cosas suyas, de su vida universitaria y su familia, yo le pregunté si tenía los pies fríos, si le gustaba caminar abajo de la lluvia y si su pecho era peludo como un osito.
Y así, en una maraña de incoherencias deliciosas, llegó noviembre y con su segundo día, nuestra primera cita.
Lo que más recuerdo de ese día, es que a la mañana tenía terapia, y mi psicóloga me dijo que estaba muy coqueta, justo antes de anunciarme que no andaba el ascensor, así que fuimos ambas cuesta arriba, los siete pisos, ella con mi historia clínica, y yo con mis botas nuevas de tacos altos.
El encuentro fue apenas tibio, para ser honestos fue como una formalidad, su cara me gustó menos que en el perfil de internet y sospecho que a él le pasó lo mismo o peor.
Y así pasó el tiempo, seguimos hablando pero poco.
Más o menos un año después, cuando el profe me rompió el corazón, lo contacté y nos volvimos a ver.
Fue tan natural como ver al vecino de enfrente de toda la vida (ok, mal ejemplo tratándose de mí) Hablamos muchísimo esa noche, de cosas que jamás hubiera hablado con el... si hubiera sabido que eso era una cita, lo cual adiviné cuando me planto un beso medio espantoso abajo de una enredadera en flor. Así estuvimos un par de semanas, hasta que me rompió el corazón el también (¡Qué racha!)
Y nuevamente, no nos vimos por casi dos años, hasta hace poco. Lo bueno de tener el corazón roto, es que uno sabe que si bien parece que no se puede seguir rompiendo, lo mismo andamos con el pegamento siempre a mano. Pero esta vez no. Esta vez, de alguna forma lo roto era él, y por supuesto lo quise arreglar.
Ahora me doy cuenta que siempre ví a los hombres como rompecabezas (en todo sentido) de 3000 piezas a los que se les perdió la tapa, y por tanto, la guia de armado. Tengo la ligera impresión, de que si les preguntaran, dirían algo bastante parecido sobre mi.
Hace un rato pensaba, que si volviera al pasado, conociendo toda la historia... no cambiaría ni un solo caracter.
"Ya no me gusta tanto tu cara, pero sigo creyendo que tenemos potencial" (Y te vuelvo a admitir en el MSN)
17 septiembre 2008
No happiness last longer
Sabrán ustedes disculpar, pero parece que estoy un poco bipolar esta semana.
Ayer estaba chocha, feliz de la vida de haber podido por una vez disfrutar de mi femineidad, mis instintos y mi cuerpo, hoy, mi maldita tendencia a la introspección me lleva a conclusiones mucho menos felices.
Hoy lo veo a él y a mí, y a los dos a lo largo del tiempo y de la historia como una gigantesca bolsa de excusas autoadministradas. No lo culpo de nada. El fue siempre muy honesto, algunas veces, hirientemente honesto.
Ahora, creo comprender porque no sentí nada con las cosas que me decía, mientras estábamos ahí acostados siendo, como dice el genio de Eduardo Galeano, "una bolita de carne sabrosa y salsosa, una sola bola caliente..."* Al final, aunque el Oso M, seguramente creyó pero no me dijo que el me estaba usando, era yo la que lo usaba a el. Lo que quería, en definitiva era un cuerpo caliente al lado del mío que me diera la excusa para no pensar, aunque sólo fuese por unos pocos días en mi propia miseria, que ya venía desbordando por todos los flancos.
Porque al lado de él, no era todo lo que soy, sino solamente una mujer, que esta noche duerme (o no duerme) al lado de él. Del idealizado, historizado, criticado, eternamente deseado, el.
Por cierto, y cambiando bruscamente de tema, porque no lo quiero analizar mucho más, porque no ponen a los brilantes científicos que hay en el país a crear una versión hipoalergénica de los putísimos plátanos que cubren la ciudad de su pelusa ámbar. No puedo respirar!!!!
*Eduardo Galeano. "El libro de los Abrazos. Amares"
Ayer estaba chocha, feliz de la vida de haber podido por una vez disfrutar de mi femineidad, mis instintos y mi cuerpo, hoy, mi maldita tendencia a la introspección me lleva a conclusiones mucho menos felices.
Hoy lo veo a él y a mí, y a los dos a lo largo del tiempo y de la historia como una gigantesca bolsa de excusas autoadministradas. No lo culpo de nada. El fue siempre muy honesto, algunas veces, hirientemente honesto.
Ahora, creo comprender porque no sentí nada con las cosas que me decía, mientras estábamos ahí acostados siendo, como dice el genio de Eduardo Galeano, "una bolita de carne sabrosa y salsosa, una sola bola caliente..."* Al final, aunque el Oso M, seguramente creyó pero no me dijo que el me estaba usando, era yo la que lo usaba a el. Lo que quería, en definitiva era un cuerpo caliente al lado del mío que me diera la excusa para no pensar, aunque sólo fuese por unos pocos días en mi propia miseria, que ya venía desbordando por todos los flancos.
Porque al lado de él, no era todo lo que soy, sino solamente una mujer, que esta noche duerme (o no duerme) al lado de él. Del idealizado, historizado, criticado, eternamente deseado, el.
Por cierto, y cambiando bruscamente de tema, porque no lo quiero analizar mucho más, porque no ponen a los brilantes científicos que hay en el país a crear una versión hipoalergénica de los putísimos plátanos que cubren la ciudad de su pelusa ámbar. No puedo respirar!!!!
*Eduardo Galeano. "El libro de los Abrazos. Amares"
16 septiembre 2008
Don't wake up
Una presencia tibia al lado de mi cuerpo.
Unos pies que mantienen los míos tibios.
Mi mano derecha, sobre su pecho, sigue rigurosamente el ritmo de sus latidos, algunos dicen que es el mejor remedio contra el insomnio.
Mi perfil izquierdo, reposa suave y relajadamente sobre su hombro, que está a su vez apoyado en la almohada.
En este momento, estoy tan increíblemente en contacto conmigo y con mi piel, que podría describir con presición lo que siento en cada milímetro de ella.
Mi mente, por fin, está dormida. Hace mucho estaba acunándola sin lograr nada. Me parece un milagro estar libre de mi vorágine de preguntas y respuestas, o preguntas sin respuesta o comentarios y notas al pie.
Mi vida es, por lo general, predominantemente mental. Todo el tiempo, en cada suceso de la vida, tengo que hacer un esfuerzo supremo para contactar mis sensaciones, mi emoción y mis otros sentidos. Todo el tiempo menos ahora, mientras mis oídos escuchan atentamente su respirar, que por momentos no es tan suave, y mi piel percibe la tibieza y suavidad de la suya. Mis ojos, ya acostumbrados a la media luz, empiezan a descubrir los detalles de sus rasgos, las pestañas, las piel un poco manchada, la barba a medio crecer. En el aire todavía flota su aroma junto con el mío, entrelazados ambos como nuestras piernas en este momento que el reposa y mi mente también. El gusto se encuentra aún algo dormido, y pide ayuda al tacto para definirse. Entre ambos descubren los restos del café que pasó hace varias horas,y el sabor, aunque sigue poco delineado, empieza a unirse con los aromas del aire para ir convirtiéndose lentamente en el sabor de su piel, con los restos de su día, con sus historias de vida. Con lo que me relató, lo que tiene ganas decirme y aquellos secretos que conservará para siempre, y que lo hacen quien es, y por eso me gusta.
Unos pies que mantienen los míos tibios.
Mi mano derecha, sobre su pecho, sigue rigurosamente el ritmo de sus latidos, algunos dicen que es el mejor remedio contra el insomnio.
Mi perfil izquierdo, reposa suave y relajadamente sobre su hombro, que está a su vez apoyado en la almohada.
En este momento, estoy tan increíblemente en contacto conmigo y con mi piel, que podría describir con presición lo que siento en cada milímetro de ella.
Mi mente, por fin, está dormida. Hace mucho estaba acunándola sin lograr nada. Me parece un milagro estar libre de mi vorágine de preguntas y respuestas, o preguntas sin respuesta o comentarios y notas al pie.
Mi vida es, por lo general, predominantemente mental. Todo el tiempo, en cada suceso de la vida, tengo que hacer un esfuerzo supremo para contactar mis sensaciones, mi emoción y mis otros sentidos. Todo el tiempo menos ahora, mientras mis oídos escuchan atentamente su respirar, que por momentos no es tan suave, y mi piel percibe la tibieza y suavidad de la suya. Mis ojos, ya acostumbrados a la media luz, empiezan a descubrir los detalles de sus rasgos, las pestañas, las piel un poco manchada, la barba a medio crecer. En el aire todavía flota su aroma junto con el mío, entrelazados ambos como nuestras piernas en este momento que el reposa y mi mente también. El gusto se encuentra aún algo dormido, y pide ayuda al tacto para definirse. Entre ambos descubren los restos del café que pasó hace varias horas,y el sabor, aunque sigue poco delineado, empieza a unirse con los aromas del aire para ir convirtiéndose lentamente en el sabor de su piel, con los restos de su día, con sus historias de vida. Con lo que me relató, lo que tiene ganas decirme y aquellos secretos que conservará para siempre, y que lo hacen quien es, y por eso me gusta.
12 septiembre 2008
Cuando Charlie conoció a René (Darwin y Descartes)
Esta conversación, entre dos amigas, (no viene al caso ni quienes ni cuando) me ha dejado un poco perpleja*
Una Amiga: ayer me fui a depilar, y en un impulso arreglé para ver hoy a ElCuco. Por favor, decime que no estoy por hacer una cagada
Otra Amiga: jajajaja pillina... No nena, está bien, mientras después no vengas llorando!!!
Si no te interesa mucho, está bien. Igual tantea hoy que onda cuando lo ves, y si no te pasa nada... dale pa' adelante
U A: La puta madre!!! ¿no se supone que sea al revés?
O A: no, porque si estás realmente enganchada, eso solo te va a hacer mal (se sabe previamente que ElCuco no es fan de la continuidad... ni de la monogamia mucho menos) Vos buscarías algo más profundo. Pero si sólo es una atracción física, y no hay otro interés de tu parte, si, dale para adelante porque así no vas a salir lastimada. A eso me refería, vos la otra vez me dijiste que habías perdido interés, que estabas viendo hasta donde podías jugar con él, que lo estabas boludeando. Y bueno, es el momento de sacarse las ganas
U A: es cierto. Después de todo, sería una necia si negara la existencia de la tensión sexual
O A: jaja! Más vale, lo importante es que no esperes algo más, que ya el te dijo que no lo va a haber. Dale nena, dejate de joder y después me contás que onda.
Y digo yo, ya sé que hace rato que yo estoy "out of bussines", pero que carajo pasó? Cómo llegamos a estar tan vacíos.
En definitiva, la culpa es de Descartes, que el atomismo, que el cuerpo por acá, y el alma por allá. Viejo choto, le dió la excusa perfecta a toda la gente insegura para no jugarse, con cuerpo y alma (que no son más que dos partes de la misma cosa).
O tal vez, sea culpa de todos los escritores románticos, del "amor en los tiempos del Cólera, de Romeo y Julieta y de La importancia de llamarse Ernesto, que nos hicieron creer (y bien que nos gustó) que somos criaturas del amor. ¿qué amor? Vamos! En las épocas de Shakespeare, el matrimonio no era más que otro negocio más, solo que a largo plazo. Parecería que somos criaturas de poder, siempre, constantemente en la lucha por el poder.
Pero también, según Charlie (Darwin) en algún momento fuimos pescados... y monos después de eso (muchos aún siguen con "la del mono", de hecho), así que tal vez, con un poco de viento a favor, nos vallamos convirtiendo lentamente en lo que decimos ser, aunque, probablemente, con lo lento que viene el temita ese de la evolución, yo, y las amigas, y ElCuco, ya seamos petróleo en ese entonces. ¿Qué otra cosa podíamos ser?
*
Una Amiga: ayer me fui a depilar, y en un impulso arreglé para ver hoy a ElCuco. Por favor, decime que no estoy por hacer una cagada
Otra Amiga: jajajaja pillina... No nena, está bien, mientras después no vengas llorando!!!
Si no te interesa mucho, está bien. Igual tantea hoy que onda cuando lo ves, y si no te pasa nada... dale pa' adelante
U A: La puta madre!!! ¿no se supone que sea al revés?
O A: no, porque si estás realmente enganchada, eso solo te va a hacer mal (se sabe previamente que ElCuco no es fan de la continuidad... ni de la monogamia mucho menos) Vos buscarías algo más profundo. Pero si sólo es una atracción física, y no hay otro interés de tu parte, si, dale para adelante porque así no vas a salir lastimada. A eso me refería, vos la otra vez me dijiste que habías perdido interés, que estabas viendo hasta donde podías jugar con él, que lo estabas boludeando. Y bueno, es el momento de sacarse las ganas
U A: es cierto. Después de todo, sería una necia si negara la existencia de la tensión sexual
O A: jaja! Más vale, lo importante es que no esperes algo más, que ya el te dijo que no lo va a haber. Dale nena, dejate de joder y después me contás que onda.
FIN DE LA CHARLA
Y digo yo, ya sé que hace rato que yo estoy "out of bussines", pero que carajo pasó? Cómo llegamos a estar tan vacíos.
En definitiva, la culpa es de Descartes, que el atomismo, que el cuerpo por acá, y el alma por allá. Viejo choto, le dió la excusa perfecta a toda la gente insegura para no jugarse, con cuerpo y alma (que no son más que dos partes de la misma cosa).
O tal vez, sea culpa de todos los escritores románticos, del "amor en los tiempos del Cólera, de Romeo y Julieta y de La importancia de llamarse Ernesto, que nos hicieron creer (y bien que nos gustó) que somos criaturas del amor. ¿qué amor? Vamos! En las épocas de Shakespeare, el matrimonio no era más que otro negocio más, solo que a largo plazo. Parecería que somos criaturas de poder, siempre, constantemente en la lucha por el poder.
Pero también, según Charlie (Darwin) en algún momento fuimos pescados... y monos después de eso (muchos aún siguen con "la del mono", de hecho), así que tal vez, con un poco de viento a favor, nos vallamos convirtiendo lentamente en lo que decimos ser, aunque, probablemente, con lo lento que viene el temita ese de la evolución, yo, y las amigas, y ElCuco, ya seamos petróleo en ese entonces. ¿Qué otra cosa podíamos ser?
*
08 septiembre 2008
La vida onírica
Lo bueno, lo absolutamente fabuloso de la vida onírica, es que es ahí donde por lo general uno se sacude de TOOODAS (así, con mayúsculas porque son muchas) las exigencias, mandatos y prejuicios del mundo de vigilia.
Esta noche soñé un hombre, que era un condensado y batido de muchos hombres que en algún momento tuve, quise, o simplemente deseé. Uno de esos sueños en los que el tipo se llama,digamos Marcos, pero tiene los ojos de Juan, y habla como Ale, mueve los brazos como Lucas y se peina como Bruno y... Bueno, supongo que se entiende la idea, no?
A diferencia de la realidad, en mis sueños, el condensado se hace con lo que más me gusta de cada uno, que son cosas que en general ellos ni saben que me gustan.
Pero hubo dos cosas, que me llamaron la atención, y mucho. Por un lado, ni rastros del pretendido- pretendiente actual. Por el otro, el componente central, era L., que en sus tiempos de presencia física real, yo me hacía la que no me lo bancaba (éramos tan jóvenes) y recuerdo mucho que pasó, que un par de veces, mientras lo criticábamos con una amiga, el tipo justo llegaba. Así que después de dos o tres entradas de L. en el momento justo, decíamos: "No lo nombres, que cuando uno lo nombra al diablo, aparece"
Y bueno, ya han pasado muchos años, el se calmó, cambió el deportivo por un familiar, y el amigo que tenía cerca de casa, se mudó, así que nunca pasa por la zona, pero ayer lo nombré, admito -está bien- que lo hice con cierta lujuria y notables malas intenciones, y el tipo se apareció, en los sueños, pero apareció.
Ahora, yo no sé, si es que L, efectivamente es el diablo, o soy yo la que lo trae con el poder de la mente. Digo, me gustaría saber, porque en caso de tener el poder de la mente atado a L, no puedo cambiar la suscripción para algo que me interese más???
Esta noche soñé un hombre, que era un condensado y batido de muchos hombres que en algún momento tuve, quise, o simplemente deseé. Uno de esos sueños en los que el tipo se llama,digamos Marcos, pero tiene los ojos de Juan, y habla como Ale, mueve los brazos como Lucas y se peina como Bruno y... Bueno, supongo que se entiende la idea, no?
A diferencia de la realidad, en mis sueños, el condensado se hace con lo que más me gusta de cada uno, que son cosas que en general ellos ni saben que me gustan.
Pero hubo dos cosas, que me llamaron la atención, y mucho. Por un lado, ni rastros del pretendido- pretendiente actual. Por el otro, el componente central, era L., que en sus tiempos de presencia física real, yo me hacía la que no me lo bancaba (éramos tan jóvenes) y recuerdo mucho que pasó, que un par de veces, mientras lo criticábamos con una amiga, el tipo justo llegaba. Así que después de dos o tres entradas de L. en el momento justo, decíamos: "No lo nombres, que cuando uno lo nombra al diablo, aparece"
Y bueno, ya han pasado muchos años, el se calmó, cambió el deportivo por un familiar, y el amigo que tenía cerca de casa, se mudó, así que nunca pasa por la zona, pero ayer lo nombré, admito -está bien- que lo hice con cierta lujuria y notables malas intenciones, y el tipo se apareció, en los sueños, pero apareció.
Ahora, yo no sé, si es que L, efectivamente es el diablo, o soy yo la que lo trae con el poder de la mente. Digo, me gustaría saber, porque en caso de tener el poder de la mente atado a L, no puedo cambiar la suscripción para algo que me interese más???
03 septiembre 2008
Algunos hombres buenos...
Cenar con tu EX, ese que marcó un antes y un después, el que sabe que y como, el que escribió el manual de instrucciones que los siguientes deberían leer, saludarlo atragantada con un no te vallas, dormirte pensando en hacer cucharita con esa bola heteroforme,calentita y perfumada que es él, despertarte con una sensación rarísima de que hubo un "momento" y que cuando prendés el Mp3, lo primero que suena sea esto (ver más abajo), es como mucho para mí, demasiado.
EXTRAÑO (Andrés Calamaro)
Si tú me extrañas a mí, yo no me olvido de tí.
¿Por qué, mi amor, separarnos?
Si tú me lloras a mí, hago lo mismo por tí...
¿Como enjuagarlo?
Y no es verdad que aquí nadie apuesta un duro más.
Maldita apuesta feroz, y de por medio el amor...
Cuando faltas te extraño.
No es una canción de amor, eso al menos pienso yo;
es algo más sano.
Con la opinión de Dios, quizás uno de los dos
lo vea más claro.
¿Quién rezará, quién ganará este estúpido duelo?
Maldita apuesta de amor, que uno de los dos perdió.
Cuando faltas me muero...
EXTRAÑO (Andrés Calamaro)
Si tú me extrañas a mí, yo no me olvido de tí.
¿Por qué, mi amor, separarnos?
Si tú me lloras a mí, hago lo mismo por tí...
¿Como enjuagarlo?
Y no es verdad que aquí nadie apuesta un duro más.
Maldita apuesta feroz, y de por medio el amor...
Cuando faltas te extraño.
No es una canción de amor, eso al menos pienso yo;
es algo más sano.
Con la opinión de Dios, quizás uno de los dos
lo vea más claro.
¿Quién rezará, quién ganará este estúpido duelo?
Maldita apuesta de amor, que uno de los dos perdió.
Cuando faltas me muero...
Suscribirse a:
Entradas (Atom)