¿De que te quejás?

Mucha gente me pregunta que porque me resulta tan difícil conocer gente nueva. Bueno, mi carrera en curso es un tema.
Ejemplo de una conversación en un boliche:
Cualquiera: Bla.. estudias o trabajás?
Yo: Estoy en segundo año de psicología...
C: Uh!, no me estarás analizando, no?
Y: No, quedate tranquilo que no, es mucho trabajo y va contra las normas profesionales o estudiantiles.
C: Porque yo... bla... entonces... bla... Esa cara es porque te interesa o me estás analizando?
Y: Me tengo que ir... mi marido me cuida los seis pibes hasta las 3 nomás.

Cualquiera 2: Así que estudias psicología... el otro dia soñe que entraba a la cocina, y habia un caballo tomando una chocolatada con una bombillita, pero lo loco es que la bombillita tenía unas rayitas como rojas y verdes... será porque cuando mi mamá me cambiaba los pañales a los tres meses tenía las manos frías y entonces mi abuela le decía que...
Y: Taxi!!!

Cualquiera 3: Yo debo materias de la primaria todavia... que me dijiste, que estudias y trabajás?
Y: (Ya con varias copas encima) Si, estudio ingeniería aeronáutica, y trabajo en una veteerinaria castrando animales grandes... a que no sabés lo que son estas pelotitas de mi llavero?

To love or not to love. What's the cuestion?

Durante un embarazo el niño es uno con la madre, parte de ella, como un perfecto apéndice que eventualmente debe extraerse.
Cuando son recién nacidos, siguen sintiéndose uno con la madre, con el tiempo, gradualmente van tomando identidad propia, construyéndose en sus interacciones con el entorno, y se constituyen como seres individuales, a raíz de la diferenciación de lo otro, y los otros.
En el enamoramiento, especialmente en el período de "embobe", como tan científicamente lo denominamos fuera del aula, el proceso es exactamente lo contrario.
El enamoramiento clásico de nuestros tiempos, el Romeo y Julieta del querido Will Shakespeare, describe como ideal, el proceso en el cual, -identificación de por medio- uno intenta volverse uno con el otro.
Para que eso sea posible, es necesario, absolutamente indispensable, hacer eje en aquello que tenemos en común, y dejar a un lado todas nuestras diferencias, aquellas diferencias que nos costó casi el primer año de vida construir, y que nos provocaron tanto sufrimiento.
Lógicamente, las cosas en común no son tantas como a mí o a los demás románticos nos gustaría pensar, y terminan reduciéndose al amor -o cierta enfermiza adoración cuasi pagana- de uno por otro.
Si lo pensamos de esta forma, es de lo más lógico, entender el dolor y la pérdida de el amor no correspondido, de la no reciprocidad, y mejor ni hablemos de la separación. Imagínense que un día se despiertan y les falta, digamos un brazo, una pierna y un par de sistemas de órganos, y en cambio hay una nota en la almohada que dice: "no sos vos, soy yo"
¿Cómo no desesperar? Es realmente algo terrible.
Es por eso (según yo, sin teoría que sostenga mi hipótesis) que enamorarse, puede ser tan fabuloso, por el riesgo que conlleva. En definitiva somos fanáticos de la descarga de adrenalina. A pocos conforma un amor rutinario y seguro, y a muchos gusta tener algo, sabiendo que en cualquier momento lo pueden perder. De hecho, ese es el verdadero valor; elegir y ser elegido, todos los días, aunque haya un mar de posibilidades.

Buscar trabajo es un trabajo!

Otra vez estoy buscando empleo. Anteayer, fui a una entrevista chota.
Me hicieron hacer el Test de Bender (el test de copiar las tarjetitas) y la persona bajo la lluvia por vez numero trescientos cuarenta y dos mil millones y medio.
Me preguntaron por quincuagesima vez cuales son mis cualidades y que quisiera mejorar. Cuales fueron mis experiencias laborales anteriores, que aspectos de la personalidad consideraría deseables en un jefe, cual es mi modo preferido entre los liderazgos que me han liderado, y cual una mierda. y todo porque... porque, porque, porque. UFF!
Después me dijeron que me iban a llamar cuando tengan algo en mi horario.
A la salida pasaba por otra consultora y fui a dejar un CV y me engancharon para otra entrevista para empleada de call center. El entrevistador, un colombiano divino me preguntó lo mismo que ya me preguntaron en las otras setecientas mil entrevistas, pero con el latiguilo del horario. Por ejemplo:

Cuál es tu disponibilidad horaria?
Y: Hasta las 18 hs
contame otras experiencias laborales
Y: en mi laburo anterior mi jefe era un viejo pelotudo...
Y, Cuál es tu disponibilidad horaria?
Y: Hasta las 18 hs, porque curso de 19 a 23 todos los dias de semana y un sábado por mes.
Cuáles son las cualidades imprescindibles en atención al cliente?
Y: Es bueno que no los ahorques con el cable del headset... tampoco es buena idea decirles que son una manga de inútiles que necesita buscarse una vida y dejar de estar pendientes del puto celular....
Cuál sería tu disponibilidad horaria?
Y: como máximo hasta las 18 hs...

Al día siguiente, mensaje en mi celular: "A la gente de C***o le interesa tu perfil... bla, pagan $ bla.. el trabajo es de 15 a 21 hs."
No sé, tal vez yo sea muy quisquillosa o criticona, pero me parece que le dejé bien claro que no podía en ese horario... debe ser que tengo mala dicción; después de todo, menos mal que no me contrató para el call center.

The Pau- mundo: Socialización o Pantuflas

¿Qué estás haciendo? - Disparó Tita
Estoy dando vueltas y persiguiéndome la cola porque me llamó X para vernos un rato pero las pantuflas me llaman.
-No seas ostra y andá. Salí un poco, divertite... o aburrite, ¡pero hacé el intento!-
mis años de soledad, me han apartado horriblemente de la civilización, de los modales y les convenciones, las cenas embolantes y sonrisas forzadas. Y si fuera solo eso, ¿cuál es el problema?, se preguntará intrigado el lector.
El problema es, que me pierdo las carcajadas espontáneas, las charlas con guitarra, los mates hasta que salga el sol, las caminatas bajo la lluvia y bajo el sol, y otras miles de situaciones que en su momento supe disfrutar.
Me pierdo las charlas sobre García Márquez con un extraño cualquiera en la parada de colectivo, ver salir el sol medio borracha y con el maquillaje arruinado, dormir en un sillón amigo porque en ese estado mejor no volver a casa... uf, cuántos recuerdos!
Lo peor, es el mundo del romance. Como mis novios siempre habían sido amigos míos por un cierto tiempo antes de ser mis novios, la realidad es que jamás había tenido una cita hasta los 24 años, y encima salió mal. No se que cara poner, no sé si esta bien dar el primer paso, de que hablar, cuanto interés fingir en las carreras de autos y la filosofía Marxista.
Recientemente, mi nueva psicóloga me hizo una pregunta simplísima que me dejó mal, con la cabeza como un nido de avispas: ¿Vos sabés como seducir a alguien que te gusta?
Puta madre! No, la verdad no tengo la menor idea. Sé provocar, se que el escote es mi mejor amigo, hace poco aprendí que presentarle una amiga linda al tipo que te querés levantar no es una buena idea, sé hacer chocotorta y pollo al romero, pero ni idea como seducir un tipo. Sutilmente, claro, las obviedades no son mi estilo.
Así que en definitiva, por ahora... digamos que sandalias, pero chatitas, hay que hacer una transición entre la pantufla peluda y los tacos aguja, ¿no?

Fue sin querer... queriendo

Mi hermana me invito a almorzar, y termine cocinando yo.
Así que en "venganza", me ofrecí a cortarle las "puntitas" que tenía recontra secas.
Bueno, supongo que estas imágenes del antes y el después, -después de todo sí-, valen más que mil palabras.
No te preocupes sis, ayer empezaba el cuarto creciente... jejeje!