En una de esas, si dejo de aferrarme a aquello que no solamente no es mío, sino que ya he comprobado empíricamente que no funciona y no me hace bien, pueda abrir los ojos más y mejor para ver lo nuevo y lo posible.
Lógicamente, seguir repitiendo patrones, una y otra vez como en un capítulo de la dimensión desconocida no me va a llevar a ningún lado nuevo, y como si eso fuera poco, si mal no recuerdo, es precisamente la definición de la locura, "seguir haciendo lo mismo esperando resultados distintos"
Está bien, el mundo puede cambiar, no es un imposible absoluto, pero ¿realmente quiero un papel tan pasivo en la historia de mi vida?. Me imagino, cuando los amigo me pregunten: Y, ¿que hiciste? Sería bastante triste decirles: Nada, estoy observando con atención, esperando que el mundo cambien solito mientras yo me pudro.
No, no puedo seguir repitiendo, no creo que sea casualidad, que además de la misma personalidad, tengan todos el mismo nombre. Ya sé que es un nombre común, pero aún así, ¡Vamos!
23 junio 2008
22 junio 2008
Yo tengo el poderrrrrrrrrrrr
¿Qué pasa con los hombres y tener el control?
(Si, obviamente todo esto es por uno en particular)
No me acuerdo más ahora, pero maldito manipulador sádico me podés llamar de una buena vez?!
(Si, obviamente todo esto es por uno en particular)
- Les gusta ser los únicos que toman la iniciativa, porque sino se sienten amenazados y castrados, pero no reconocen una indirecta ni aunque les muerda el culo.
- Te piden el número de celular, y no te dan el suyo, pero te dice "te escribo" (y yo como una grandísima imbécil mirando el celular cada veinte segundos a a ver si el señor se digno a escribir)
- Siempre quieren estar arriba, o ser el que decide quedarse abajo (o de la forma que sea, pero tiene que depender de el)
No me acuerdo más ahora, pero maldito manipulador sádico me podés llamar de una buena vez?!
20 junio 2008
Roxanne
Antes de empezar, quiero aclarar que el título no tiene nada (o mucho) que ver con el contenido del post, pero estuve de parciales que sabía poco, así que mi cuota de imaginación y creatividad esté bajísima. Hagan uso y abuso de su asociación libre, y si sale algo piola me prometen que me cuentan???
Estaba en una fiesta de esas que aunque son improvisadas están bárbaras. No sabía que era lo que se festejaba, pero a quien le importa si la fiesta está así de buena.
R1 y R2, de a ratos C, iban y venían disputándose mi atención y mi compañía. Y yo, chocha de la vida, aprovechaba para que alguno me mantuviera siempre llena mi copa de martini que en realidad tenia Gancia batido, con crema.
Hablábamos solamente de cosas que me interesaban a mí, y de vez en cuando les pregunté por sus vidas, como si ellos también importaran.
Para que mentirles, entre mi copa fabulosa y los abejorros que bailaban a mi alrededor, entre las luces y mi pelo que por esa noche estuvo francamente obediente, estaba radiante, feliz radiante.
Cuando empezaron a asomar las primeras luces anunciando el día, el panal se alborotaba con disimulo, tratando de ver a que abejorro se llevaba la abeja reina. Y era R2 (a pesar de que los ojos de R1 brillaban particularmente) quien llevaba las de ganar.
Supongo que tiene que ver con algo que me iba poniendo en la copa, y que me daban carcajadas cuando empezaba a tomar (Cabe aclarar, que aunque haya bebido más de la cuenta, no me dio sueño ni dolor de cabeza, mucho menos borrachera, lo cual era bueno, ahora que le informaba a R2 que venía conmigo a casa...
Y de repente, desde las tinieblas me dice una voz: Paula, levantate. Ya son las 8:30 (am!!!) Y apaga la estufa que esto ya parece un sauna!.
Está claro que me tengo que ir a vivir sola con urgencia, o me voy a quedar sin el poco erotismo que hay en mi vida, y traumatizada para toda la eternidad.
Estaba en una fiesta de esas que aunque son improvisadas están bárbaras. No sabía que era lo que se festejaba, pero a quien le importa si la fiesta está así de buena.
R1 y R2, de a ratos C, iban y venían disputándose mi atención y mi compañía. Y yo, chocha de la vida, aprovechaba para que alguno me mantuviera siempre llena mi copa de martini que en realidad tenia Gancia batido, con crema.
Hablábamos solamente de cosas que me interesaban a mí, y de vez en cuando les pregunté por sus vidas, como si ellos también importaran.
Para que mentirles, entre mi copa fabulosa y los abejorros que bailaban a mi alrededor, entre las luces y mi pelo que por esa noche estuvo francamente obediente, estaba radiante, feliz radiante.
Cuando empezaron a asomar las primeras luces anunciando el día, el panal se alborotaba con disimulo, tratando de ver a que abejorro se llevaba la abeja reina. Y era R2 (a pesar de que los ojos de R1 brillaban particularmente) quien llevaba las de ganar.
Supongo que tiene que ver con algo que me iba poniendo en la copa, y que me daban carcajadas cuando empezaba a tomar (Cabe aclarar, que aunque haya bebido más de la cuenta, no me dio sueño ni dolor de cabeza, mucho menos borrachera, lo cual era bueno, ahora que le informaba a R2 que venía conmigo a casa...
Y de repente, desde las tinieblas me dice una voz: Paula, levantate. Ya son las 8:30 (am!!!) Y apaga la estufa que esto ya parece un sauna!.
Está claro que me tengo que ir a vivir sola con urgencia, o me voy a quedar sin el poco erotismo que hay en mi vida, y traumatizada para toda la eternidad.
16 junio 2008
Nimiedades de las ocho de la mañana de un frío domingo
A medida que me iba despertando, iba notando otras plantas de los pies tibias, suavemente apoyadas contra las mías frías.
Me acuerdo que quise abrir la boca para decir algo, y lo único que me salió fue: "te diste cuenta que Steven es lo mismo que Esteban".
Se rió, asintió, pidió que le pase la botella de agua y se giró para tratar de seguir durmiendo.
Mientras ocurrían estas nimiedades de las ocho de la mañana de un frío domingo, mi cerebro a causa de los solicitados movimientos musculares empezaba a despertarse, y conforme esto ocurría, recordé la frase sin sentido pronunciada hacía tal vez menos de un minuto, y empecé a notar los alrededores.
En el piso había dos envoltorios que reseñaban el placer de antes de dormir de la noche anterior, y sobre la cama, además de la frazada peluda, la de lana que tejió mi abuela y el acolchado de pluma que cosió (y bajo el que durmió tantos años) mi otra abuela, estaban las ropas del día anterior, testigos de una caminata larga, charlas extrañas y muchísima risa.
La verdad, no me acuerdo por que terminamos compartiendo la cama... tal vez por el incierto y abrupto final de la película "Then she found me" que vimos antes de dormir, mientras nos comíamos los alfajores triples de chocolate cuyos ropajes estaban en el piso. No lo sé, tal vez. Lo cierto, mi única certeza antes de las nueve de la mañana, es que ayer mi prima se quedó a dormir, y hay una serie de fenómenos extraños que ocurren, habitualmente después que ella se vuelve a su casa.
Uno de ellos, el más divertido, es una especie de liberación de la mete. Por unas horas, me permito pensar en cualquier cosa, y responderme, y reírme de ello. Es fantástico, lo recomiendo. Sobretodo cuando vas en el colectivo, pensando obscenidades con el flaco que quedó sentado frente tuyo, que tiene cara de sueño, y uno de esos sweateres "cosita sexy" que tanto te gustan.
Y cuando llegás al almuerzo del día del padre, ya nada importa, podés soportar casi seis horas de charla soporífera sobre los preparativos de boda de tu prima menor, sin sentir la urgente necesidad de ahorcarte con el velo.
A veces, sólo de vez en cuando, la vida funciona.
Me acuerdo que quise abrir la boca para decir algo, y lo único que me salió fue: "te diste cuenta que Steven es lo mismo que Esteban".
Se rió, asintió, pidió que le pase la botella de agua y se giró para tratar de seguir durmiendo.
Mientras ocurrían estas nimiedades de las ocho de la mañana de un frío domingo, mi cerebro a causa de los solicitados movimientos musculares empezaba a despertarse, y conforme esto ocurría, recordé la frase sin sentido pronunciada hacía tal vez menos de un minuto, y empecé a notar los alrededores.
En el piso había dos envoltorios que reseñaban el placer de antes de dormir de la noche anterior, y sobre la cama, además de la frazada peluda, la de lana que tejió mi abuela y el acolchado de pluma que cosió (y bajo el que durmió tantos años) mi otra abuela, estaban las ropas del día anterior, testigos de una caminata larga, charlas extrañas y muchísima risa.
La verdad, no me acuerdo por que terminamos compartiendo la cama... tal vez por el incierto y abrupto final de la película "Then she found me" que vimos antes de dormir, mientras nos comíamos los alfajores triples de chocolate cuyos ropajes estaban en el piso. No lo sé, tal vez. Lo cierto, mi única certeza antes de las nueve de la mañana, es que ayer mi prima se quedó a dormir, y hay una serie de fenómenos extraños que ocurren, habitualmente después que ella se vuelve a su casa.
Uno de ellos, el más divertido, es una especie de liberación de la mete. Por unas horas, me permito pensar en cualquier cosa, y responderme, y reírme de ello. Es fantástico, lo recomiendo. Sobretodo cuando vas en el colectivo, pensando obscenidades con el flaco que quedó sentado frente tuyo, que tiene cara de sueño, y uno de esos sweateres "cosita sexy" que tanto te gustan.
Y cuando llegás al almuerzo del día del padre, ya nada importa, podés soportar casi seis horas de charla soporífera sobre los preparativos de boda de tu prima menor, sin sentir la urgente necesidad de ahorcarte con el velo.
A veces, sólo de vez en cuando, la vida funciona.
(Lo único malo del día, fueron las ganas locas de llamarlo que tuve cuando llegué a casa... que bueno que hace rato borré su número de todas mis agendas, que bueno que se mudó la semana pasada, y por sobre todas las cosas, que bueno que no nos encontramos ni por casualidad.)
09 junio 2008
Se terminó
Basta mamá, basta.
No me importan todos los ires y venires del mambo psicoanalítico que me decís. Basta.
Mañana mismo, me alquilo Bambi y la veo.
Y si quiero no lloro!
No me importan todos los ires y venires del mambo psicoanalítico que me decís. Basta.
Mañana mismo, me alquilo Bambi y la veo.
Y si quiero no lloro!
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