No puedo sacarme de la cabeza la idea de que las decisiones mas importantes de mi vida las he tomado con el corazón roto.
Siempre protesto contra la idea de que hay que sufrir (si o sí) para obtener recompensas. Pero, y si es cierto?
Que pasa si mañana a la mañana (o tarde, o noche... se entiende, no?) se me destraba la neurona pendular y me doy cuenta que llevo toda una vida tratado de negar lo inevitable.
No ha funcionado muy bien en la historia eso de negarse al destino... si lo sabrá el pobre de Edipo que terminó sin ojos!
No sé que me pasa que estoy dándole tantas vueltas al tema del amor... tal vez sea como esa propaganda del supermercado : ¿Te está faltando algo?
Bueno, para ejemplificar un poco, mientras pensaba me acordé de este poema, que dice algo que no tiene mucho que ver con lo mío, pero como todos sabemos, uno toma la realidad que tiene y la adapta para que se parezca a la que se le antoja.
Una Estrella
que se fueran las nubes, que se calmara el viento.
que se pusiese el cielo tranquilo como un raso
para que aquella gota de luz se abriese paso.
Era apenas un punto en el cielo amatista,
casi menos que un punto, creación de vista.
Tuvo aún que esperar apretada en capullo
a que se hiciese toda la sombra en torno suyo.
Entonces se agrandó, se abrió como una flor,
una férvida plata cuajóse en su interior
y embriagada de luz empezó a parpadear ...
No tenía otra cosa que hacer más que brillar.
Baldomero Fernández Moreno. (1922)
2 comentarios:
Suena muy repetitivo y puede que hasta te enoje pero....
RELAJATE Y GOZA.
Pará de darle cuerda al marulo, Pau.
Take it easy.
Besos, locura.
Diva: jamás de los jamases me enojaría con usted...
Menos que menos cuando tiene razón.
Besos!
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