Ya que hace como tres eras geológica puse el cuadrito ese del costado, y ustedes votaron y votaron, voy a hacerme a la tarea de contar la anécdota que salió seleccionada (al menos por mí)
Esta es la historia acerca del día y la situación, en la que me dí cuenta que el sexo me podía interesar:
Mi vieja es psicóloga (dedicada a educación) y maestra, con lo cual de chica nunca me falto información.
Además, en casa había un libro "El libro de la vida sexual", que yo suponía que lo decía todo sobre el sexo -ahora sé que no- y yo lo consultaba de vez en cuando, para encontrar alguna que otra palabra, o para tener de que hablar con mis primas a escondidas en la casa de mi abuela.
A todo esto, estaba en tercer año de la escuela industrial, o sea que veía mas varones que partículas de aire. Para colmo, ese año a mitad de año empecé a tener alguín de teta, por lo tanto me encontraba, digamos que en una racha ganadora.
Por supuesto el que me gustaba a mí se me hacia el asqueroso, y a mí me daba una furia importante, y me la pasaba inventándole romances con todo ser vivo que habitara el planeta, para tratar de entender por qué no me daba ni un poco de bola (no entendía nada yo!)
Un buen día, después del acto del día del profesor en el que yo había leído no se qué, nos vamos juntos hacia el colectivo como siempre, y en una de esas, no me acuerdo como empezó la conversación que terminó así:
El: a que si te beso no te la bancas!
Yo: a que no!
Me besó, yo me deje besar y besé, y nos retiramos (concluído el beso) con más asombro que alegría.
Así continuaron las idas a buscar el colectivo por un par de semanas, y el chico era medio pulpin (me siento re trolita contando esto). Mientras nos besuqueábamos con desparpajo, pasaba una manita por aquí y otra por allá, y yo, resistía los primeros minutos pero después lo dejaba hacer.
Supongo que no hace falta aclarar que yo jamás le toqué nada, excepto una vez, que le acaricié la espalda por debajo de la remera, la piel le toqué, que descocada!
A mi me parecía todo muy emocionante, pero me daba mucha vergüenza también, así que no le contaba a nadie.
Con respecto al título del post... creo, ahora que lo medito con más calma y conocimientos, que mi interés en el sexo a esa altura del partido era más que nada de carácter científico. Me daba muchísima curiosidad, pero cuando trataba de imaginarme a mí en la cama con él, para que se den una idea, estábamos tan vestidos que teníamos hasta las mochilas de la escuela.
Así que en definitiva, no se cuando me empezó a interesar, sí cuando lo decidí, ... pero eso es material para otro post :)
04 julio 2007
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1 comentario:
Qué época my dog!!!!
Che, y nunca pero nunca le tocaste ahí abajo? No te dio curiosidad la carpita? jajajajajajja!!!!
Mencantó la historieta...Mirá si tu mamá te lee!!!!! ja!
Saludos, hacía mil años que no pasaba...
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