Jingle bells???

La navidad me pudre. Ya esta, tenia que decirlo.

Me pongo loca, histerica insoportable, triste, depresiva, hiperactiva y paranoica obsesiva, compulsiva, incontrolable, reflexiva y nostalgica todo al mismo tiempo... un desastre de emociones.

No me adelantan el reloj hasta... digamos el siete de enero???

Ahora para que se rian un pococ (CONmigo espero), les cuento lo que me paso el otro dia.
Resulta que a Paulita todacreativa se le da por ir un domingo a una placita que hay en Versalles que tiene pocos arboles pero mucha onda.
Resulta que el domingo hacia uno de esos calores que te desmayan hasta un camello.
Resulta que para llegar a la dicha placita habia que pasar por uno de los costados de la cancha de Velez.
Y resulta que por supuesto, yo no tenia idea. Los que han pasado alguna vez por la zona sabran del desastre de transito humano que es liniers cuando hay cualquier evento en velez... bueno, PEOR!
Asi que ni bien llego, saco cuentas mentalmene y la llamo a mi amiga para encontrarnos en otro lado. Hasta aca lo resolvimos bien. Llega, empezamos a caminar en busca de una plaza... alguna, cualquier pedazo de verde para sentarnos a tomar algo frio, porque para mate no daba.
Como a las diez cuadras encontramos. Ya dije que hacia mucho calor? El poco aire que corria parecia venir del secador de pelo... un horror, y eso que yo -por suerte- no sufro el calor. Para mi, 25 ºC es la temperatura perfecta y tiene que hacer mas de 30 para que prenda el ventilador.
En fin, llegamos, fuimos a un kiosco y compramos un gaseosa lima limon, que da la idea de ser mas fresca. Nos la cobraron como si las burbujas fueran de oro.
No sentamos en unas mesitas divinas que habia abajo de unos eucaliptus. Ah, que maravilla, el viento entre los arboles, las mesitas, el silencio... En eso, empiezan a llegar una patota de viejitos que -para que se den una idea-, eran como los jubilados de un club de jubilados... nos fuimos; por supuesto, hacia otro banco, con un arbol medio timidon que no hacia ningun ruido con el viento.
Como para variar andaba medio contracturada, asi que le digo a mi amiga que me acompañe a las hamacas para que me estire un poco la espalda (Ademas, me gusta jugar en las hamacas, pero eso es aparte) A los pocos minutos, se empieza a escucha un silbatito. Piiiii, piiiiiiiiiiiii, piiiiiiiiiiiiiiiiiiii. Miramos alrededor, y vemos un nene como de 6 años colgandose de algo demasiado alto para su tamaño. Un metodo medio drastico para mi gusto, pero si a la señora le resulta adelante, pense, el pibe debe ser un salvaje total.
Imaginense mi sorpresa, cuando la señora del silbatito, se acerca a nosotras y nos pregunta si le estabamos tomando el pelo.
Si, si... no tengan miedo a equivocarse: Nos echaron de las hamacas. Lo hizo una empleada publica a la que el gobierno le paga para que se rasque los pies hasta que llega alguna bobby como moi a pretender distenderse un poco, habrase visto!!!