16 octubre 2006

La perra y la vida...

El fin de semana, como sabrán (o no) me quedé en casa de mi padre. El motivo era cuidar a la perra, ya que ellos se iban unos días a la costa.
Esto viene a ser, un resumen del fin de semana, en un mail que le mandé a mi padre.

La perra y las metáforas:
El primer día se expresó contra el, (que es el que maneja) así que le dejó una metáfora a los pies del sillón donde suele sentarse. El mensaje, -para que no se compliquen tratando de descifrarlo-, sería algo así como "me cago en vos"
El domingo en cambio, probablemente por ser el día de la madre, la cosa se vino contra R, (la mujer) a quien le dejó el "regalito a los pies de la cama, del lado que ella duerme. Para que sigan sin complicarse, el mensaje sería algo como "felíz día... pero me cago en vos. ¿Por qué no me llevaron a la playa?"


La perra y la franela:
Debido al poco tiempo que yo tenía, los niveles de franela a los que ella está acostumbrada bajaron drásticamente, sobre todo, si tenemos en cuenta que franeleadora casi economista (mi prima) prometió venir y no lo hizo. Estoy segura que la pichi contaba con que le hicieran "el mohicanito" y cosas por el estilo, como "plin!" , etc. (Boludeces internas, otro día cuento)
Debido a eso, se dedicó al retiro espiritual y me negó el ladrido de cuando me voy, y la movida de cola de cuando llego. En busca de llegar a un acuerdo, le proporcioné un camisón usado de R, y le dejé encendida Radio Rivadavia durante mi ausencia. Bien, parece que ella quería la Rock & Pop, y la bata o una almohada, porque la situación no vió la luz.
Aún tratando de subsanar la carencia de tiempo para mimos, se hace entrega de varias galletitas especiales, con las que se logra una tímida y débil movida de cola y nada más. A la mañana siguente, se reincide en el episodio de rasqueteo de la cama matrimonial y lloriqueo lastimoso, que me despiertan a las 5:30 am, lo cual considero un agravio personal, y se le suspenden los privilegios de galletas.

Los limones:
(Tuve que traerlos de la casa de mi abuelo) Como era adivinable, los limones son cortesía de Bartolo's Company a pedido de Nietita's Inc, que piensa que comer pollo sin limón es un insulto al pollo. Mejor no hablar de la indiferencia al limón.

Miscelaneas:
Había una naranja podrida. La separé y la dejé como evidencia, a fin de poder realizar un juicio adecuado y condenarla al tacho de la muerte.
Supuse que R querría cambiar las sábanas, así que me adelanté y las saqué. Quedaron en el lavadero junto con mi pijama.
La compu.. sin palabras. Bueno, mejor te dejo el refrán: "En casa de herrero, cuchillo de palo" (Mi padre es ingeniero en sistemas, y la PC es lentísima)

5 comentarios:

Cruella De Vil dijo...

Ah bueh!
Al final resultaste una víctima.
Luego de ese fin de semana, yo que vos, exigiría el pago de un sueldo acorde a los padecimientos sufridos.
O... un par de cajas de alfajores Havanna.
Como mínimo.
Sabelo.

Mantis dijo...

Bueno, yo fui gastronómico, y en casa se come casi siempre lo mismo. Pero tiene que ver con gustos: tal vez tu padre quiere sentir los rigores de la tecnología retrógrada en casa.

Un beso.

Anónimo dijo...

Mirá la tentación de pedirte que me hagas el mohicanito y el plin es grande, Stillpingle. Yo no sé qué hacer.

Lulet (Julia Mar) dijo...

Me encantó la historia pero algo no puedo dejar pasar...

Usás pishama????????????

Puedo preguntar de qué estilo?

Abrazos!!

SpA Undercover dijo...

Cru: Si, soy victima... pobechita yo!!!
Indemnizacion ya!!!

Mantis: Supongo que lo de la gastronomia ira con los limones, y lo de la tecnologia con la compu... no? De ser asi, Uh, que mal, y no creo que sea el caso; respectivamente.

Pat: El mohicanito... cuando quieras, lo del plin resultaria un tanto ridiculo, pero lo que sea por un AP :)

Lulet: Como me deschave, no? Bueno... en casa camisolin de raso... celeste. En lo de mi padre... lo que encuentre, en este caso fue un piyama de hombre viejo, viejo. Se entiende?