Ca- Tras- Ca

En Buenos Aires, y probablemente en gran parte del país, se usa comúnmente el vocablo "catrasca" (CAgada TRAS CAgada), para definir aquellos seres presumiblemente humanos, que aún teniendo las mejores intenciones no pueden dejar de decir/ hacer cosas incómodas, inapropiadas o inconvenientes.

Uno de esos seres, afortunadamente (porque es divertidísimo), resulta ser una vecina/ amiga mía.
El fin de semana pasado, otra nos iba a presentar a su nuevo "chiche", que da en llamarse igual que el anterior, que casualmente, si bien no es del barrio, propiamente hablando, es uno de los que andan siempre por ahí.
Así que el grupillo, tomo nota de que el nuevo no sabía del viejo (y mejor que así fuera), y se dedicó a instruir a la amiga catrasca, para que cuando se lo presentaran no hiciera comentarios que llevaran a la tan temida conclusión.

Llega el individuo, y la muchacha lo presenta :
Ariel, chicas, chicas, Ariel.
Catrasca, abre la boca ante nuestro pánico y dice: Uh, Ariel, como... (patada por debajo de la mesa, pellizco de brazo, miradas desaprobatorias) Ella dice ahh, permanece dos eternos segundos en silencio y agrega ¡Como "La Sirenita"!
Y cuando ya todas nos sentimos a salvo, creyendo ingenuamente que lo peor había pasado, deja tres segundos más de fatídico silencio, y agrega entre risas: Uh, casi, casi que te dije que sos un pescado, y encima travesti. Jajaja!