La historia de M 1, el tennis, los ciegos y el jacuzzi

La historia que estoy a punto de contar, como todas las que están sobrecargadas de elementos aparentemente interesantes, no lo es. (Pero es mi historia, que tanto?)

M, era un compañero de laburo en una distribuidora de hard que yo trabajé poco tiempo, al poco tiempo de haberme separado de mi único novio formal.
por el tipo de laburo que nos tocaba, hablábamos constantemente, y podría decirse que nos hicimos amigos.
Así me enteré, que era profesor de educación física, que alguna vez había jugado tenis profesional, y que ahora entrenaba un grupo de fútbol para ciegos.
Y así, mail va, llamada viene, la relación trascendió el ámbito laboral. Recuerdo que en los mail me ponía: "Chau corazón de alfajor de chocolate triple con doble dulce de leche". lo cual, me encantaba, pero no ví doble intención en ello (no puedo creer mi estupidez)
Pasados unos dos meses, ya criticábamos al jefe, y nos habíamos visto una vez fuera de la oficina por iniciativa propia. En la bizarra salida, yo había hablado mucho de "El", con quién ya tenía historia en ese momento, y de quien estaba muy enamorada. Creo que de mi parte estuvo claro en todo momento que no era algo romántico lo nuestro, sino que me hacía falta un amigo, sobre todo un varón, y un par de años mayor que yo.
Cuestión que un día nos juntamos a tomar un café, y yo estaba muy contracturada por un trabajo nuevo que tenía, con lo cual, comenté cuánto me gustaría meterme en un hidromasaje.
A lo que él, ni lerdo ni perezozo, me dijo: "Yo conozco un telo con jacuzzi por acá. Querés que vayamos?"
Me quedé paralizada.
La verdad que todavía no entiendo, como se le ocurrió que me podía ir a un telo con él, si ni siquiera había intentado besarme.
Y no me salten los defensores del género, con que el sólo lo propuso por el jacuzzi, porque mi estupidez será grande, pero tiene límite!