Nunca aprendo

Hace poco me reintegré a las filas de las mujeres que de verdad están a la búsqueda del amor. Que realmente se sienten listas para volver a salir con alguien.

Primero me encontré con "el profe", que parecía todo dulce y maravilloso, pero que en cuanto consiguió lo que quería desapareció mejor que el mismísimo Houdinni (no sé si está bien escrito)
Ahí recordé, lo desesperante que era buscar sin encontrar.
Ir por el mundo rebotando en superficialidades sin que nadie me llegue verdaderamente, sin ver en nadie la esperanza de ser ese el indicado. Y pensar que antes me resultaba tan fácil enamorarme!

Inmediatamente después del profe (tal vez demasiado rápido), llegó el caballero. Y con el, la esperanza. De tener con quien discutir un libro, y compartir una lluvia mirando por la ventana, de que me despierten con mimos, de dormir acompañada, de armar un proyecto...
Pero, al caballero, se le cruzó otra dama, y esta soltera ha quedado, nuevamente vagabunda. De nuevo a la deriva.
Y el caballero, como todo un caballero que es, cometió un sincericidio y me lo dijo. Y la verdad que hubiera preferido no saber.

Y pienso en los otros, los que vendrán (porque eso es lo natural, lo que se debe esperar) y la verdad que creo que van a terminar pagando los platos rotos de todos los anteriores, y es injusto, muy injusto, lo sé. Pero también supongo, que todos llegamos a cierta etapa de la vida un poco dañados, y alguien tendrá que tener la suficiente paciencia para limpiar esas heridas y esperar a que se curen (si es que acaso se curan)

La verdad, estoy medio podrida de todo esto, en cualquier momento empiezo a salir con mujeres. No digan que no les avisé!