Un profesor ante sus alumnos en clase de filosofía, si decir nada, cogió un frasco grande de mayonesa vacío, y comenzó a llenarlo con pelotas de golf. Después preguntó a sus alumnos si el frasco estaba lleno.
Los estudiantes contestaron al unísono que sí. Acto seguido, el profesor cogió una caja llena de canicas y vació su contenido en el frasco de mayonesa. Las canicas llenaron los espacios vacíos que quedaban entre las pelotas de golf. El profesor volvió a preguntar a los estudiantes si el frasco estaba lleno y ellos volvieron a contestar afirmativamente.
A continuación, el profesor volcó un cubo de arena en el frasco. Obviamente la arena ocupó los pequeños espacios que quedaron tras las pelotas y las canicas y el profesor interrogó de nuevo a los presentes si el frasco estaba ahora lleno.
Los alumnos convencidos dieron por respuesta un sí rotundo. Como por ensalmo, el profesor vertió al frasco de mayonesa el contenido de dos tazas de café que, automáticamente, empaparon la arena.
El aula estalló en carcajadas y cuando las risas se fueron silenciando, el sabio profesor continuó: “ Quiero que Uds. comprendan que este frasco representa la vida. Las pelotas de golf son las cosas importantes como el amor. Son posesiones in- materiales que harían que nuestras vidas continuasen estando llenas aunque perdiésemos todo lo demás, cosas imprescindibles. Las canicas ocuparían un segundo lugar en el orden de importancia como sería el trabajo, la casa, el coche.., cosas necesarias pero prescindibles. Los granos de arena representarían todo lo demás, las pequeñas cosas cotidianas.
Si ponemos la arena en el frasco en primer lugar, no quedaría espacio ni para las canicas ni para las pelotas de golf. Lo mismo nos ocurre en la vida; si derrochamos nuestro tiempo y nuestras energías en las pequeñas cosas, no quedará lugar para las cosas realmente importantes.
Presta atención en las cosas que son realmente cruciales para tu felicidad. Lleva a tu pareja a cenar, practica tu deporte o afición favoritos. Siempre quedará tiempo para limpiar la casa, hacer los deberes...
Ocúpate de las pelotas de golf en primer lugar, de las cosas que realmente deben importarte. Establece tus prioridades. Lo demás sólo es arena.
Uno de los estudiantes levantó la mano para preguntar qué representaba el café.
El profesor con una sonrisa explicó: “Me encanta que haga Ud. ésta pregunta. Sólo sirve para demostrarles que no importa cuán ocupada parezca nuestra vida: siempre queda un hueco para tomar una taza de café con un amigo.”
05 enero 2006
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4 comentarios:
Una leve patadita para la novia de Fausto, que ya no tiene tiempo para las que la van a tener que aguantar si Fausto no tiene tiempo para ella.
mil gracias por la info, lo que pasa que yo lo tenia en un cd de duetos y colaboraciones y cuando lo busque en google, salio como de Serrat.
¡Gracias!
Siempre tenemos que tener tiempo para ese café...(podría ser un almuerzo pendiente también, no?)
Lástima que existe gente que quiere poner al final a las pelotas de golf dentro del frasco!
Sí, como dice Albatros, Aute es el canta-autor de esa canción. Otro grande!!!
Muy buena analogia de la vida.
me gustó
saludos
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