28 diciembre 2005
La cosa más bella
Esa belleza que pueden observar es mi sobrina. Como desconozco el alcance que esto puede tener, prefiero no publicar el nombre, así que de acá en adelante la voy a llamar simplemente "sobri".
Volvía una tarde de mi trabajo aburrido, con ganas de pasear un poco, así que decidí caminar en lugar de tomar el colectivo habitual a la salida del subte.
Cuando el celular empezó a sonar indicando el nombre de mi cuñado, me quedé helada. Frené, me apoyé contra una pared, y atendí el teléfono, que seguía tocando "La cumparsita" insistentemente. Del otro lado sonó la voz de mi cuñado, que me decía que fuese al hospital. Nerviosa le pregunté si la niña había nacido ya, si la madre estaba bien, y qué sé yo cuántas cosas más (principalmente incoherencias)
Corté y respiré aliviada, las dos estaban bien, en el hospital, bajo cuidado médico y la cosa venía tranquila.
Empecé a buscar medios para llevarme hasta el hospital que no estaba muy lejos. Cuando llegué, tuve que dar una vuelta enorme hasta que encontré la entrada correspondiente a guardia, única habilitada por esas horas. Entré, empecé a buscar a quien preguntarle por dónde ir al encuentro de mi futura sobrina. El hospital estaba desierto: había huelga de médicos. Por fin encontré una chica, muy amable que trabajaba ahí. Me acompañó a la sala de espera, y me pidió los datos de mi hermana para preguntar por su estado y comentarme después, y de paso, decirle a ella que yo estaba ahí, haciendo lo único que podía hacer: acompañar.
Veinte largas horas transcurrieron hasta que comenzó el ansiado trabajo de parto. Durante las horas de estadía, nos fuimos multiplicando los presentes, hasta llegar al ridículo número de ONCE personas desesperadas por un nacimiento que se hacía rogar, y mucho.
Por fin la niña nació, muy sanita y a los gritos, como correspondía por ser digna hija de su madre. La doctora salió a dar el informe: "es una nena (ya se sabía), está muy bien y la mamá también" El padre quedó fuera de sí, no creo haber visto nunca en mi vida una expresión así; exacta mezcla de felicidad, asombro y un poco de "no puedo creer que eso lo hice yo"
Llevó un poco más de una hora que pudieramos ver -muy brevemente- a las dos mujeres del momento. La madre lucía agotada pero feliz, satisfecha; la hija estaba rosadita, hermosa y hambrienta, aunque no creo que haya sabido que era eso lo que le pasaba.
Al día siguiente, cinco minutos antes de la hora de visita llegué nuevamente al hospital, ya me manejaba ahí con una naturalidad alarmante. Las ví, felicité a la madre, alabé a la hija y me dediqué a la contemplación. A los pocos minutos me hice acreedora de una estadía en el hospital como dama de companía, aunque estaba muy cansada por haber dormido poco, me alegró la noticia.
¡Por fin se fueron las visitas!. Creo que las tres respiramos aliviadas por la repentina calma que se hizo en la sala.
Hablamos hasta el agotamiento. Interrogué a la nueva madre sobre todos los detalles en los que pude pensar y ella respondió sin tapujos, (supongo que el sueño ayudó con el proceso del "sincericidio").
La sensación que me generó sólo estar ahí es indescriptible, de todos modos voy a intentar. La beba dormía conforme, con el pecho recién tomado, la imagen fue enternecedora -después de todo es mi hermana menor-, la paz reinaba a pesar que algunos de los bebes de la habitación estaban inquietos o llorando. Mi sobri, por fin tangible, por fin a la vista, por fin pude conocer sus facciones tantas veces imaginadas, sin llegar nunca el perfecto resultado que tenía ahora ante mis ojos. Irradiaba paz, brillaba de bella y apacible, era la cosa Más bella del mundo... o del mío por lo menos.
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2 comentarios:
Ya que no lo dice nadie, lo voy a decir yo: ¿No es hermosa mi sobrina?
Muuuy bonita!!!
Llegué hasta acá por ese blog de las hijas y las madres (perdón que si cierro la ventana para ver bien el nombre capaz te pierdo y no puedo comentar).
Imagino que ha de ser maravilloso poder vivir el parto de una hermana como vos lo vivste. Yo viví así el de algunas amigas pero no ha de ser lo mismo.
Sigo leyendo el post de tu familia que me encantó.
Beso.
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