Tengo la extraña sensación de que debo echarte de menos.
Al fin y al cabo, es eso, lo inconforme del debo, la necesidad de recordar el minuto que respiraste mi piel, o me viste a los ojos para poder compensar la inmensidad de horas sin escuchar tu voz, sin verte. Mirandote evitarme desde lejos, mirarme sobre el hombro de la otra. Las largas horas cuando me negaste, los tantos amigos que me creen un capricho, poca cosa en tu vida. Las explicaciones, los "te quieros" escondidos, los piropos sueltos sin azar, mis suspiros que no llegan a tus oídos, y las cartas de amor no respondido...
03 enero 2006
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