07 abril 2008

Como idiota

De todos los argumentos a favor de reincidir en el romance que escuche en los casi seis años que llevo soltera, el único efectivo es el que a nadie se le ocurrió usar.
"Estar enamorado, está bueno" (Ley)
Te sentís bien todo el tiempo, cada vez que pensás en algo o te mencionan o ves algo relativamente relativo (perdón por la redundancia) al objeto de tu afecto, te late el corazón acelerado, te sonreís como idiota y en mi caso, te sonrojás. Esa combinación de hachos, hacen que estés más sano, mas accesible y hasta mas atractivo, lo cual es una cadena que lleva a que los extraños te miren, los más atrevidos suelten algún halago, y los conocidos te noten distinta, dándote la oportunidad de contarle a medio país la buena nueva. Todo eso, te hace sentir mejor con vos misma, y esto al mismo tiempo (en caso de ser correspondida), retro alimenta la confianza en el otro, y la pareja arranca digamos que con buenas bases.
Por supuesto, todo eso dura tres meses, o seis como máximo, pero son unos meses increíbles, que cargan las pilas para los meses venideros, en los cuales uno empieza a notarle las imperfecciones al objeto.
Tal vez sueñe un poco tosco, referirse al "pretendido" como "objeto", pero entiéndase que es, simplemente, porque no es sólo uno.
Y esa es la mejor parte.
Tener uno que aporte estabilidad y contención, que tiene siempre tu canción preferida en el Mp3, y está dispuesto a enchufarte el auricular en medio de la clase de biología, porque aunque no le digas nada, sabe que no andás bien, y te hace falta algo de mimos.
Otro, que sea dueño de un humor extraño, y haga chistes idiotas sobre el cuerpo vacío de una Bic azul, y se pare frente a la biblioteca de tu casa, y ponga cara de eterno enamorado frente a tu libro preferido, que entiende tus referencias bibliográficas espontáneas y no tiene problema en ver diez mil veces Amelié, solo por el placer de verte sonreír.
Tal ves haya otro (que jamás será correspondido el pobre) Uno que te pretende sin ser pretendido, y si es honesto consigo mismo, tampoco tiene esperanzas, pero te suelta piropos sutiles como al pasar, adelante de tus otros candidatos para mostrarles que hay una fila, y hacer que estos se esfuercen más.
Y puede haber mil más, pero, lamentablemente, las mujeres como yo, somos monógamas seriales, y buscamos los aspectos prácticos en el objeto y nos conformamos con fantasear con otros objetos, de vez en cuando, con la luz apagada, y música de fondo.

03 abril 2008

Nuevos muebles

Yo poniendo la ropa en el lavarropas.
Y: Uia, me encontre $ 50!
Mi madre jugando endemoniadamente al spider dos palos:
M: ¿En el bolsillo del jean?
Y: No, en el guarda almohadas del corpiño.
...
...
M: Perdí... Adónde???